No se a vosotros, pero con este sofocante calor me apetece más que nunca los clásicos en blanco y negro.
Ya bien entrada la madrugada, en silencio, luces apagadas y con la breve y tímida brisa que nos aporta la noche, apetece una buena película de cine negro o un buen melodrama de amor, romántico, como este de hoy.
Son momentos, horas, para degustar y paladear el buen cine, perdón, el gran cine. Historias, actrices, actores y directores que son muy difíciles de igualar.
En esta ocasión elijo para esta noche....."Carta de una desconocida", del excepcional director Max Ophüls.
La he visto muchas veces, pero es de esa clase de películas que de vez en cuando la tengo que volver a ver.
Basada en la novela del escritor austriaco Stefan Zweig, estamos ante una película inmortal, uno de los melodramas más maravillosos, apasionados y bellos que ha dado la historia del Cine.
La historia, creo que es bastante conocida. Estamos en Viena, en el año 1900. Un famoso pianista apunto de participar en un duelo, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo hace años una relacion que no recuerda. Una desconocida, otra mujer más para él, pero que sin embargo ella sigue enamorada de aquel joven apuesto que conoció cuando todavía era una muchacha.
Al leer la carta, empezará a recordar aquellos momentos...
"Cuando leas esta carta, puede que haya muerto. Si esta carta llega a tus manos, verás como fui tuya sin que tu siquiera supieses que existía"
Con esta maravillosa frase comienza uno de los flashback más apasionados de la historia del cine.
"Sólo quiero hablar contigo, decírtelo todo por primera vez. Tendrías que conocer toda mi vida, que siempre fue la tuya aunque nunca lo supiste. Pero sólo tú conocerás mi secreto, cuando esté muerta y ya no tengas que darme una respuesta; cuando esto que ahora me sacude con escalofríos sea de verdad el final. En el caso de que siguiera viviendo, rompería esta carta y continuaría en silencio, igual que siempre. Si sostienes esta carta en tus manos, sabrás que una muerta te está explicando aquí su vida, una vida que fue siempre la tuya, desde la primera hasta la última hora."
Una historia llena de sensibilidad y tragedia. Cine romántico y doloroso como pocos.
Para ser una buena película hace falta tener un buen guión, y en este caso Howard Koch realiza una excepcional adaptación de la obra de Zweig.
No olvidemos que también es el responsable de los guiones de "Casablanca", "El sargento York" o "Los mejores años de nuestra vida" entre otros.
Louis Jordan y la maravillosa Joan Fontaine, dan vida a estos dos personajes, Stefan y Lisa.
El primero, un actor limitado, cumple muy bien como ese pianista, ese galán cínico y mujeriego. Este atractivo actor nunca ha estado mejor que aquí.
Pero sin duda, Joan Fontaine se lleva todos los aplausos, memorable en su sufrido papel.
Incialmente el papel de Lisa fue pensado para su hermana.. Olivia de Havilland, pero al final Joan fue la que encarnó a este personaje inmortal, un icono del cine romántico. Gran interpretación, que con sus treinta y un años, tuvo que recrear a una adolescente de quince.
Un personaje atormentado y frágil?¿, que se deja llevar por su corazón. Entregada al destino del amor aunque sepa que esta acción le puede condenar de por vida. No hay remedio para los designios del corazón.
Este personaje, paradójicamente, posee una gran fuerza que le hace abandonar a su familia, incluso su dignidad, por este amor imposible.
Sin duda, la mejor interpretación de Joan Fontaine. Sí, ya se que esta muy bien en "Rebeca", pero a mi me encanta como Lisa. Y tampoco nos podemos olvidar de "Sospecha", "Ivanhoe", o "Más alla de la duda". Por cierto una actriz que nació en Tokyo...
Lo bueno de esta película y de sus personajes es que con todos los papeles para ser un auténtico dramón, tipo culebrón del mediodía, el gran trabajo de Ophüls hace que no caiga en la lágrima fácil.
Ambos personajes estas construídos espléndidamente. Stefan, por muy mujeriego que sea tiene su corazoncito, y Lisa es una romántica empedernida pero con una fuerza y madurez encomiable.
Son personajes ambiguos y con muchos matices. La historia según el punto de vista que esté narrada puede cambiar o parecernos diferente.
"Te quiero sin conocerte y te querré hasta la muerte"
Solo un maestro como Max Ophüls puede realizar y capturar esas imágenes de Viena tan melancólicas.
Me encanta como rueda y nos introduce a través de esas ventanas. Nadie ha rodado mejor a través de los cristales.
Un dominio absoluto de la cámara para mostrarnos los sentimientos de los personajes.
Y por supuesto es un maestro en retratar el universo femenino. En sus películas destaca por encima de todo este personaje, la mujer en busca del amor. Desde esta Lisa, hasta la última, la portentosa "Lola Montes".
Son magníficos sus retratos. Muchas actrices han dado lo mejor, y sus papeles han quedado para el recuerdo: Barbara Bel Geedes ("Atrapados".1949); Joan Bennet ("Almas Desnudas". 1949); Simone Signoret ("La ronda". 1950); Gaby Morlay ("El placer". 1952); o Martine Carol ("Lola Montes". 1955).
Pero creo que Lisa, es la mejor de todas ellas. Este universo y pensamiento femenino está magistralmente detallado en "Carta de una desconocida".
La cámara de Ophüls las trata muy dignamente, con mucha ternura y amor.
Son mujeres llenas de dolor, que sufren por amor. Les toca vivir en una época donde la sociedad condena cualquier acto "escandaloso".
Todo se mueve en torno al amor. Los impulsos irracionales del corazón tienen la culpa.
Nuestra Lisa acaba "condenada" y triste. Es capaz de dejarlo todo, y tener la valentía de perseguir a su amor.
En el lado opuesto está el personaje masculino de Stefan. Un tipo burgués de la época. Ha conseguido lo que quería, alcanzar un status, una posición y triunfo social. Pero lamentablemente el amor no le ha correspondido.
Es la diferencia entre la pasión y el amor, o el raciocinio del ser humano, y la frialdad de los sentimientos.
Pérdida y olvido. Lisa y Stefan. Un denominador común, el amor.
No obstante si Lisa nos desprende mucha ternura y compasión, el personaje de Stefan, aunque frío y sin sentimientos, no podemos condenarle ya que nos acaba dando lástima.
Vemos que se ha quedado solo, que se empieza a dar cuenta de su error a medida que lee la carta de Lisa. Una carta que le aboga al inicio de la película, a terminar su duelo y a encontrarse con la muerte.
"Carta de una desconocida", extremadamente romántica, triste y exquisita.
Otro factor muy a tener en cuenta es el tiempo. Terrible para ambos personajes.
Avanza sin remisión, seguimos a los personajes a esa bajada a los infiernos, a un final irremediable, del que ambos no pueden evitar.
Esta tragedia es rodada de forma excepcional por Ophüls.
Pocos directores han sabido plasmar tan bien en la pantalla todas las emociones que nos desprenden estas historias.
Los travellings que realiza son monumentales. Largos y pausados movimientos de cámara que nos muestran la historia de esta pareja.
Imposible olvidar la grandísima puesta en escena y ambientación de la película, una nota denominante en casi toda su filmografía. Nos encontramos con una Viena especial, sombría y espectral. Con sus maravillosos cafés (de nuevo esas ventanas!), la luz de las farolas...
Y si a todo ello le añadimos una maravillosa música de Daniele Amfitheatrof, sin olvidar a Mozart y Chopin claves en varias escenas, pues tenemos una película redonda.
Lisa, una mujer que prefiere vivir un amor, una ilusión, antes que formar parte de una sociedad fría y estancada.
Rebosa escenas, secuencias y momentos maravillosos. Uno de mis preferidos es la secuencia de los viajes falsos, en los también falsos vagones de tren. Ahí es donde Lisa y Stefan se aman por primera vez...
En definitiva una Obra Maestra, una de las películas más maravillosas que se han rodado, de uno de los mejores directores de la historia del Cine. Uno de mis preferidos.
Siempre he pensado que esta carta que recibe Stefan, es como aquella que nos podemos encontrar de algún amor de juventud, olvidada entre algunos libros y que seguro nos rompió el corazón....
"El curso de la vida puede ser alterado por pequeños acontecimientos, tantas personas que vemos pasar absortas por sus problemas, tantas cosas que pasan inadvertidas. Ahora comprendo que nada sucede por casualidad, cada segundo está medido, cada paso tiene su porqué." (Max Ophüls)