Tengo una especial fascinación por esta película. La primera vez que la vi fue en esos sábados de cine por la noche, cuando todavía "la caja tonta" no era tal, y había grandes dosis de imaginación y calidad. Ya ha pasado tiempo..ya.
Pasados unos años tuve la inmensa fortuna de verla en pantalla grande. Cuando también se reponían grandes títulos, costumbre que desgraciadamente no existe. El caso es que me quedó grabada para siempre.
La historia de este tipo y su relación con las montañas es una de las más preciosas y grandes que he visto en el cine.
Todos los años la recupero, e intento conseguir esa libertad, ese silencio que solo me puede trasmitir las Rocosas.
"Las aventuras de Jeremiah Johnson". (Jeremiah Johnson. 1972)
Director: Sydney Pollack
Guión: John Milius & Edward Anhalt -Novela: Vardis Fisher-
Música: John Rubinstein & Tim McIntire
Fotografía: Duke Callaghan
Reparto: Robert Redford, Will Geer, Allyn McLeire, Stefan Gieraschi, Matt Clark.
Un ex-soldado (Robert Redford), cansado y hastiado de la civilización, desertor de la guerra entre EEUU y México, decide dejarlo todo y adentrarse en las Montañas. Un viaje iniciático donde conocerá la supervivencia, la soledad, la venganza...
Segundo trabajo del tándem Pollack-Redford. En total colaboraron en siete películas, muy interesantes todas ellas, en donde destacan, la romántica "Tal como éramos" (1973), la maravillosa "Memorias de África" (1985), y la infravalorada "Habana" (1990).
Pero por encima de todas esta, una Obra Maestra, un magistral western ecológico con un Robert Redford portentoso y unas Montañas como otro protagonista más.
Basada en la novela de Vardis Fisher, en la historia "Crow killer" de Raymond W. Thorp y Robert Bunker, y en las vivencias de Jeremiah, un personaje real que vivió en las montañas de Utah.
Los guionistas construyen una historia excepcional e inolvidable. Ahí esta el irregular John Milius. Un tipo con muchísimo talento (guionista de "Apocalypse Now"), capaz de realizar películas tan estupendas como "Conan el Bárbaro" (1982), "Adiós al Rey" (1988), o la maravillosa "El viento y el león" (1975), pero también combinarlas con la lamentable "Amanecer Rojo".(1984).
Sydney Pollack es uno de esos directores del que hemos visto prácticamente todas sus películas. Con una década dorada entre los finales sesenta y principios de los ochenta, este actor, director y productor es ya un clásico del cine norteamericano.
En este ocasión Pollack rueda una portentosa película, visualmente muy bella, mezcla del mejor western o de las aventuras más emocionantes.
Unas imágenes llenas de poesía, con la naturaleza como telón de fondo, portentosamente retratada.
Jeremiah es .... Robert Redford. Excelentemente interpretado por este actor. Considero que esta película fue su empujón final para ser la gran estrella que fue.
Muchas veces denostado a causa de su belleza, el caso es que este actor tiene interpretaciones magníficas, solo hace falta recordar títulos como: "Dos Hombres y Un Destino" (1969); "El Golpe" (1973); "El jinete eléctrico" (1979); o "Brubaker" (1980).
Tampoco nos podemos olvidar su faceta como director, con estupendas películas como su ópera prima "Gente Corriente" (1980) o "El río de la vida" (1992).
Excepcional película con muchas escenas y momentos inolvidables. El paso por el cementerio indio (clave en el desarrollo y cambio de la película), el descubrimiento de su familia en la cabaña, la inolvidable escena final ... (aquí os la dejo, si no has visto la película mejor no verla. Si la has visto seguro que recuerdas este momento...)
El otro intérprete es.... La Naturaleza.
Todos los hombres que se han adentrado en ella han caído ante su fuerza invisible y poderosa. Siempre queriendo cambiarla, domesticarla, pero ilusos!, es salvaje, y siempre lo será.
Este adentramiento nos permite volver a nuestro orígenes, buscar dentro de nosotros y comprender el lenguaje de las montañas. Es imprescindible tomar contacto y fluir con ella. Escuchar su sonido. Observar todo lo que acontece. Mientras más profundo sea nuestro contacto, más aprenderemos de ella, la comprenderemos para intentar sobrevivir. En este caso, Jeremiah Johnson ha elegido un camino sin retorno,... ya no volverá a ser el mismo.
Otros aspectos clave de la película son, la impresionante fotografía. Un paisaje bellísimo y majestuoso. Con una especial importancia en la nieve, maravillosamente retratada por Duke Callaghan.
La excepcional banda sonora. El compositor John Rubinstein y Tim McIntire (hijo del estupendo actor John McIntire), recrean una música melancólica mezclada con ese halo country que la hace inolvidable.
Y por último ese ritmo tan magnífico de la película se debe en parte al montador Thomas Stanford.
¿Cuantas veces se olvida mencionar este apartado técnico, tan fundamental a la hora de crear una película?
Una película con dos partes bien diferenciadas. La primera más aventurera, en la que Jeremiah intenta sobrevivir, vivir en familia.
La segunda más gris, más oscura, con un paisaje que cambia radicalmente al son de la venganza, de un tipo buscándose a sí mismo.
Una película llena de silencios
Prácticamente sin grandes dosis de acción, pero con una fuerza y una intensidad como pocas. Llena de soledad y silencios. Un personaje como el Ethan de "Centauros del Desierto", que aparece sin saber prácticamente nada de él para seguirle a los confines de la tierra.
Un film precursor de lo que luego fue, por ejemplo, "Bailando con Lobos" (1990), la excelente película de Kevin Costner.
Jeremiah Johnson tiene un mensaje claro ecologista de amor por la naturaleza, pero que también habla del choque de culturas y civilizaciones, y de como es posible convivir entre ellas. Paradójicamente nos encontramos en ella, con la profanación de territorio indio, o con el matrimonio indio de nuestro protagonista.
Afortunadamente el empeño de Pollack y Redford, surgió efecto, y se rodó en parajes naturales del estado de Utah. Lugares tan maravillosos como Ashley Nacional Forest, Show Canyon State Park, etc., son una muestra de los que aparecen en esta película. La Warner quería rodar en interiores o incluso en España!
"Cuanto en la película es físico, es auténtico. La manera de colocar las trampas, de pescar y preparar el fuego, la vestimenta de las gentes, el sistema de mantenerse caliente durante la noche haciendo un agujero en el suelo, colocando en él trozos de carbón ardiendo y cubriéndolos de tierra, la manera de descuartizar los animales y cómo hacen los cuchillos con que hacerlo es auténtico, al menos de acuerdo a mis informaciones. No hay nada en la película concerniente a los detalles técnicos que no sea auténtico" -Sydney Pollack-
Un choque entre dos mundos. El civilizado, el origen, el inicial.
El otro, el salvaje, el insondable, el indio.
Una Obra Maestra. Una película para entender la condición humana y escapar de la civilización, adentrandose en la más salvaje naturaleza en busca de una identidad.
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Por último dos recomendaciones.
En la magnífica editorial Valdemar, aparte de títulos de terror, fantástico, gótico, etc, podemos encontrar dos novelas estupendas para entender las historias del western.
"El Trampero" (Mountain Man. 1965). Vardis Fischer.
Novela en la cual esta basada esta película, narra la vida y aventuras de Samson J. Minard, cazador que recorre las Montañas Rocosas, su hogar, y cuya filosofía resume el propio Fisher:
«Admiraba el valor sobre todas las demás virtudes; inmediatamente después venía el temple, y el tercero de sus valores era la compasión por los débiles o indefensos».
«Sam vivía en un mundo de criaturas salvajes, un mundo en el que la primera ley de vida era matar o escapar del que mataba».
«Admiraba el valor sobre todas las demás virtudes; inmediatamente después venía el temple, y el tercero de sus valores era la compasión por los débiles o indefensos».
«Sam vivía en un mundo de criaturas salvajes, un mundo en el que la primera ley de vida era matar o escapar del que mataba».
En su incesante y solitario deambular, tramperos como Sam, Solomon Silver, Jim Bridger o Cabellera Perdida Dan cazan, construyen sus propios refugios y llegan a emparejarse con indias Crow, Arapahoes o Pies Negros, haciendo de su irrenunciable libertad una forma de vida.
"Indian Country" Dorothy M. Johnson.
Antología de relatos que incluyen "El hombre que mató a Liberty Valance", o "Un hombre llamado caballo" entre otros.
Una escritora especialista en la problemática relación entre blancos y pieles rojas, escenario de aquellas tierras vírgenes que ocasionaron un cruel choque cultural.
Con una prosa inteligente, seca, y dura, la autora nos transmite una veracidad muy contundente.
Dos libros muy recomendables, con una edición estupenda como es habitual en esta editorial. Dirigidas especialmente para todos aquellos amantes de estas historias del lejano oeste.