miércoles, 21 de mayo de 2014

Critica. Snowpiercer (Rompenieves) de Bong Joon-ho




Tremenda expectación. Tremenda decepción.


Si hay un director coreano al cual espero con impaciencia su próxima película ese es Bong Joon-ho. En su corta filmografía alberga títulos como la magnífica Mother (2009), o sus dos obras maestras, The Host (2006) y Memories of Murder (2003), esta última uno de los títulos claves e imprescindibles del thriller moderno.

La anunciada adaptación del cómic de Rochette y Loeb era una buena noticia. Snowpiercer en papel, no es nada del otro mundo. Es muy buena su idea y planteamiento, pero luego sus viñetas se ven y poco más. Tanto sus dos partes los considero cómics altamente sobrevalorados. Pero si el director coreano se pone manos a la obra podría llegar a ser diferente. 


Snowpiercer

Lo mejor de este lamentable descarrilamiento son sus minutos iniciales. Enseguida nos sitúa en ese tren lleno de supervivientes con una correcta y previsible ambientación y un humor negro tan notable como tan fugaz al desaparecer muy rápido de todo el metraje.
Nos las prometíamos felices, pero inexplicablemente la película cambia y se vuelve demasiado previsible. La excelente realización mostrada por Bong Joon-ho en sus anteriores trabajos aquí se limita a ser convencional y rutinaria. 

A medida que avanza la historia y nuestros "héroes" van pasando por los diferentes vagones, la película corre el serio peligro de desplomarse. No encuentro prácticamente ninguna satisfacción en ese avance tanto dentro como fuera del tren. No me atrapa, no me excita ni me conmueve. Esa presunta asfixia que tengo que sentir no está conseguida en ningún momento. El Rompenieves avanza y empiezo a aburrirme. Rápidamente me viene a la memoria otro título, la estupenda "El tren del infierno" (Runaway Train. 1985) de Andrei Konchalovsky que sí poseía una acción, tensión y diversión muy conseguidas. La película de Joon-ho no logra prácticamente en ningún momento esas sensaciones. Salvo un par de escenas bien resueltas, todo se resume en ir pasando de vagón en vagón a ver que nos depara, como si de una excursión de colegiales sucios se tratara. 



Snowpiercer

Y lo peor de todo. Tras dos horas llega el "ansiado" momento final. El creador de todo este "tinglado" aparece... y se resuelve de la peor manera posible. El déjà vu aparece repleto de filosofía barata y prescindible. Un climax final estúpido y muy aburrido. 
Bong Joon-ho crea demasiadas expectativas en ese vagón final y termina de decepcionar del todo. Al final es el menos interesante. Hemos visto alguno que quisiéramos saber más de él, como ese penúltimo mucho más oscuro.

A todo esto debemos sumar el tremendo error de casting en el protagonista principal de la película, el insulso y falto de carisma Chris Evans. El resto del reparto cumple correctamente con la presencia del siempre estupendo Song Kang-ho
Desafortunadamente Bong Joon-ho nos ha embarcado en un viaje aburrido y mal realizado. El guión no acaba de funcionar y la mano maestra que hemos disfrutado en sus anteriores películas aquí brilla por su ausencia.
Muy poco destacable en esta esperada película, tan solo el vagón escuela y el brazo congelado consiguen interesarme realmente.  


No me gusta Snowpiercer por:
  • Falta de claustrofobia y asfixia en el tren. No está logrado el ambiente presuntamente opresivo. En muchas ocasiones nos olvidamos que estamos a bordo. 
  • Escenas de acción demasiado rutinarias y nada novedosas.
  • Echo en falta más humor negro como el que aparece en los primeros minutos. Seguramente de lo poco bueno de la película.
  • Los diferentes vagones son mostrados como de un mero documental se tratara, desperdiciando en muchos de ellos lo que contiene y se muestra. Un ejemplo claro es el citado penúltimo vagón.
  • Nuestro prota barbudo. Se echa de menos un tipo como los de antes. El prototipo ochentero que nos cale hondo. En cada una de las escenas es absorbido por cualquiera del reparto, sobre todo por el "secundario" Song Kang-ho
  • El lamentable discurso final de Ed Harris. Filosofía barata y demasiada vista. ¿Para eso hemos recorrido todo el tren?
  • El exterior del tren no está demasiado logrado. Hay momentos que parece una maqueta de Ibertren rociada con spray de nieve. 
  • Ese Fin del Mundo ni inquieta ni asusta. La historia no nos atrapa en ningún momento con ese terrible suceso.   
  • La falta de tensión, o más bien la torpe realización, no consigue angustiarnos ni entretenernos a lo largo de toda la historia. Hay más inquietud en cualquier vagón de Metro que en todo un Rompenieves. 
  • Los lloriqueos finales de nuestro héroe. Lamentables, explícitos y prescindibles. 


Por cierto, ¿dónde duermen todos los habitantes de los vagones delanteros?...



Snowpiercer (Rompenieves)
 Director: Bong Joon-ho. Nota: 4/10




Snowpiercer

Snowpiercer

Snowpiercer

Snowpiercer



miércoles, 7 de mayo de 2014

Critica. El Viento Se Levanta de Hayao Miyazaki.





"El viento se levanta. Debemos tratar de vivir"



Durante muchos años Miyazaki ha sido (y es) uno de los más grandes. Ahora se retira (no acabo de creérmelo) y los que amamos profundamente esas historias llenas de imaginación y sobre todo VIDA lo vamos a echar mucho de menos. 


el viento se levanta

El cine de animación sigue siendo menospreciado por cierta parte de la crítica y por muchos espectadores. Siempre considerado como género de segunda fila, albergan en él auténticas obras maestras que a lo largo de los años nos han ido enamorando y apoderándose de nosotros. El maestro japonés es sin duda el que más gloriosas y memorables películas nos ha dejado. "Mi vecino Totoro" (1988) o "La princesa Mononoke" (1997), son algunas de ellas. Ahora toca el merecido descanso, la retirada y reposo del genio. Para ello ha variado el rumbo, y sus mundos y seres imaginarios tan únicos e inimitables, en cierta parte los ha dejado para ofrecernos una historia que destila puro clasicismo, un melodrama al más puro Hollywood dorado, repleto de sueños y de amor. 

El viento se levanta nos cuenta la historia de Jiro Horikoshi, un ingeniero aeronáutico japonés el cual diseñó varios cazas utilizados durante la Segunda Guerra Mundial.
Miyazaki se centra en la figura de este chico repleto de ilusión, sacrificio y sobre todo SUEÑOS, algunos de ellos tan oníricos y fascinantes como en los que aparece su ídolo, el italiano Caproni, uno de los pioneros de la aeronáutica. Para ello el maestro nipón recrea escenas magníficas realizadas con todo mimo y detalle.

A lo largo de varios años nos sumergimos en la vida de ese niño que sueña ser piloto pero que debido a su gran miopía tiene que "conformarse" con diseñar esos aparatos voladores. 
La grandeza de esta historia radica en su planteamiento y forma. Está tratada como los clásicos. Como aquel Tyrone Power de "Cuna de Héroes" (1955) de otro maestro como John Ford, Miyazaki nos muestra la vida dentro de la compañía aeronáutica y la relación con los miembros de esta, en especial con un jefe tan peculiar como entrañable.  
Si todo esto está realizado de manera notable, existe otra historia que es la que hace rozar a la película de obra maestra. Porque donde se hace grande, muy grande, es en su maravillosa historia de amor. De nuevo seguimos con puro clasicismo como si de un Frank Borzage se tratara. 


el viento se levanta

el viento se levanta


Acusada por sus detractores de tópica, podemos estar de acuerdo o no, pero está realizada de una manera tan excepcional, tan maravillosa y delicada que se alza como una de las historias de amor más románticas que nos ha regalado el cine reciente. Iniciada en un tren, no podía ser en otro medio de locomoción (sin duda el más romántico de todos), y acompañada del Gran Terremoto ocurrido en 1923, el encuentro entre Jiro y la bella Nahoko es de esos de idas y venidas, en un país destrozado por la catástrofe y en plena ebullición de una futura guerra. Recuerdos de obras maestras como "Doctor Zhivago" (1965) de David Lean o de "Tiempo de amar, tiempo de morir" (1958) de Douglas Sirk. Escenas llenas de grandioso espectáculo se mezclan con el detalle de lo invisible, en donde el cine japonés lo maneja con una grandiosa maestría, recordemos al gran Yasujiro Ozu. Los inolvidables encuentros de la pareja se ven finalizados en la mejor secuencia de la película, la maravillosa, sencilla y emocionante boda de los protagonistas, una de las mejores que he visto en la historia del cine.   

El despertar de una ilusión y la resignación ante la pérdida en una historia épica y lírica, sencilla e intimista, dolorosa en la enfermedad y en la naturaleza tan presente en la monumental obra del director nipón. Esta vez el componente fantástico es el propio viento capaz de hacer volar un sombrero para dar inicio a una gran historia de amor como aquella carbonilla de "Breve Encuentro" (1945), otra vez David Lean. El viento tan imprevisible como caprichoso, capaz de cambiar el destino y tan mágico para hacer volar unos simples y emocionantes aviones de papel. 



el viento se levanta


Una animación extraordinaria, bellísimas imágenes y una excepcional música a cargo del habitual Joe Hisaishi acompañan a esta extraordinaria película. 
Uno de los mayores soñadores que nos ha dado el cine nos ha regalado una hermosa historia de amor repleta de sueños, infancia, vida y muerte. 

El maestro se ha retirado como los más grandes, a la altura de testamentos como "Siete Mujeres" (1966) de Ford, "Gertrud" (1964) de Dreyer, "Lola Montes" (1955) de Ophüls, "Dublineses" (1987) de Huston o "Madadayo" (1993) de Kurosawa. 


El viento se levanta, pero quien sabe que es lo que nos devolverá....

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El viento se levanta (The Wind Rises - Kaze tachinu). Director: Hayao Miyazaki. Nota: 9/10


el viento se levanta


el viento se levanta

el viento se levanta

el viento se levanta





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