martes, 17 de enero de 2017

Critica. Silencio de Martin Scorsese.





"Cuando era un niño, realmente quería ser sacerdote"
-Martin Scorsese-





 

En estos tiempos que corren es difícil recomendar una película como esta. Tiempos de prisas, de tecnología, de efectos especiales, de gore, de zombies... oh, aquí me paro. Tengo una opción para recomendarla. La nueva y gran película de Scorsese es una de zombies. Sí, dos zombies jesuitas deambulando por un Japón hostil (o no) cargados de una inmensa fe tortuosa.


Vuelve Martin Scorsese pare retomar una de sus obsesiones, la Fe. Silencio es una monumental película sobre la fe en dos sentidos. La religiosa y la cinematográfica. Realizar una película de corte tan clásico, con un ritmo deudor del mejor cine asiático, es verdaderamente creer en un tipo de cine que lamentablemente ya no se hace. 

Silencio es una de las películas más personales del gran director neoyorquino. El proyecto ha tardado muchos años en realizarse, pero la espera ha merecido mucho la pena. 

Película con una trama aparentemente sencilla. Los detractores (que les hay) afirman que no sucede gran cosa, que durante su metraje se repite el mismo argumento. No les quito razón, hay una repetición constante, la fe, la fe y nada más que la fe. Haciendo un paralelismo con Star Wars, en donde en una galaxia muy lejana era la fuerza, aquí es la fe, y me vuelvo a repetir, la fe. 


Scorsese prescinde de su ritmo y narración marca de la casa. En Silencio su cámara no tiene prisa, no hay atisbo alguno de ese brío constante de sus anteriores obras. 
Exquisitamente filmada, lejos del patrón comercial que demanda el espectador medio, con unas imágenes muy poderosas y prescindiendo de cualquier banda sonora, son muchos los muchos momentos antológicos que vemos en Silencio. Pocas veces hemos visto unas manos en un primer plano tan primoroso, llenando la pantalla, y con mayor significado que aquí.
Planos cenitales que parecen filmados desde el mismísimo cielo. Viajes en barca de una ensoñación fantasmal tremenda. Y una de las más angustiosas escenas que hemos visto en los últimos años, las tres cruces de los cristianos japoneses en medio del mar. Brutal. Los pelos de punta. Por cierto, otro elemento perturbador más en la película, el Mar, siempre tan presente y amenazador. 


"La fe es el antiséptico del alma"  
-Whalt Whitman-





 
  Dudar, caer, arrepentirse, llorar, cansarse, reír, suspirar, levantarse; esto es la Fe


En Silencio asistimos a la religión como otra forma de violencia, pasarán años, siglos, y la destrucción por motivos religiosos estará siempre presente. Dos jesuitas en una tierra extraña y adversa. En donde uno de ellos el padre Rodrigues (Andrew Garfield) se erige como protagonista de esta doble SS, sacrificio y sufrimiento, siendo testigo de amor y tortura, siendo partícipe de la negación ante Dios, sintiéndose como un nuevo Mesías en busca de la palabra de Dios ante el temido Silencio del creador. 

Es de agradecer la postura de Scorsese al no caer en ningún bando, cristiano o budista. Son dos religiones diferentes, y cada una defiende lo suyo, unos con la palabra otros con violencia. No hay dogmatismo, cualquier espectador sea creyente o no viajará a través de la desgarradora fe, a través de este jesuita al Corazón de las Tinieblas. 

Importantísimos también son los personajes japoneses. Magníficos todos ellos, cabe destacar la figura del "Judas" Kichijiro (Yôsuke Kubozuka). Excelente personaje al ofrecernos la gran contradicción de la película. Un tipo que busca el perdón inmediato ante lo cobarde y traicionero de sus actos. Un gesto terriblemente humano buscando la salvación y el cielo eterno (aquí el Paraíso). Otra reflexión más que nos hace Scorsese. El Arrepentimiento. 

Por último queda la redención. La salvación del género humano reflejada en la Pasión y Muerte de Jesús. Es aquí donde entra el debatido plano final (¡otra vez esas manos!) La fe no otorga la paz interior, ni vivo ni muerto. 

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 La fe es el poder de Dios a nuestra disposición


 
Silencio es gran cine. Una película que nos cuenta un vía crucis desasosegante. Jesuitas mártires en busca de una señal de Dios, de ese Silencio que desespera, que genera la duda y el rechazo, y que finalmente quien sabe si caen resignados ante él o no.  


Si todavía dudáis si verla o no: ¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?

Nota: 9/10


Silencio (Silence) 2016. Director: Martin Scorsese







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